Los mongoles emplean la cloruro sódico desde tiempos inmemoriales, poseen en su área inmuerables lagos de gran salinidad lo que permite surtir sus ganados y a su Familia con suficiente cantidad de sal, es tradicional por esa zona un té salado elaborado con rocas salinas molidas.[38]​

Existe la creencia de que la cloruro sódico engorda, aunque no es cierto en incondicional pues la cloruro sódico no aporta caloríGanador. Sin embargo, es cierto que con un exceso de sal aumenta la osmolaridad de la sangre y provoca sed, por lo cual se bebe agua para restablecer el contrapeso salino del cuerpo. Al acumular agua, el cuerpo aumenta su peso. Algunas organizaciones médicas consideran letales la ingestión oral de concentraciones cercanas a los 12 357 mg por kg de peso corporal (esto hace que una persona de 50 kg de peso pueda ser intoxicada si ingiere de una vez aproximadamente 600 g de cloruro sódico).

A veces se puede extraer la cloruro sódico de los domos salinos existentes en las geografíFigura de ciertos lugares.

[79]​ Algunas patologíTriunfador como la enfermedad de Ménière pueden tener su causa un consumo exacerbado de sal en los alimentos. Mientras que el consumo de sal puede ser parte del objetivo patológico del desorden alimenticio de la enfermedad de pica.

La sal pura es inodora, a veces se aromatiza con ciertas especias para ganar un mejor finalidad de condimentación o de salazón (de esta forma se obtiene la cloruro sódico condimentada, conocida en Venezuela con el nombre de adobo). De la misma forma, los cristales de sal son incoloros e inodoros. La presencia de colores en algunos casos se debe a la presencia de minerales de la arcilla, que dan color rosa, como en el caso de la cloruro sódico procedente de Pakistán, del Himalaya o de Cardona (Barcelona) o a trazas de elementos distintos del cloro y del sodio Internamente de la red cristalina de la cloruro sódico, que producen el color por el mecanismo conocido como centros de color o centros F.

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La sal marina se puede encontrar en supermercados o tiendas de productos naturales, en forma de granos finos o escamas, que pueden o no estar fortificados con yodo y que varían en colores blanco, rosa, bruno o sombrío.

El uso de la sal en salazones tiene como misión la de desecar el alimento hasta que las bacterias responsables de la putrefacción cesan o disminuyen su actividad, lo que se traduce en una viejo vida del alimento. La sal se emplea en ciertas comunidades como la faba en el desecado de carnes, para ello existe una índole denominada kashrut que no permite que un alimento cárnico se cure con su propia mortandad (la misma mortandad no está permitida como alimento), para ello se emplea como desecante la sal kosher.

Se han realizado investigaciones acerca del consumo de cloruro sódico en los humanos occidentales, y se ha podido comprobar que el 10 % de la sal que se ingiere proviene de forma natural de los alimentos, el 15 % proviene de lo que se añade durante la elaboracción casera de los alimentos y el 75 % proviene de lo que añaden las industrias alimentarias en el procesado de los alimentos.

El apetito innato de los animales (incluido el hombre) por la cloruro sódico ha despertado numerosas investigaciones acerca del propósito y preferencias por el sabor salado, parece ser que los recién nacidos no parecen distinguir el Sal Marina sabor salado y no es hasta pasados cuatro meses desde su nacimiento cuando empiezan a distinguirlo.[47]​[48]​

Las sales marinas disponibles comercialmente en el mercado actual varían ampliamente en su composición química. Aunque el componente principal es el cloruro de sodio, la proporción de contenido de otras sales puede oscilar entre menos del 0,2% y hasta el 10% del peso total.

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La cloruro sódico del mar Céltico es más que un deleite culinario. Su exuberante contenido mineral y otras propiedades beneficiosas la convierten en una valiosa adición a tu régimen de Salubridad. Incorpórala en tu dieta para sufrir estos innumerables beneficios por ti mismo.

Cloruro sódico de Mar Céltica está realizado de minerales traza esenciales como magnesio, potasio y zinc que a menudo faltan en nuestras dietas modernas. Estos minerales son clave para ayudar funciones corporales como la señalización nerviosa y la contracción muscular.